Los pequeños frutos (bayas) de la rosa mosqueta se consideran una de las fuentes de vitamina C más concentradas de la naturaleza. Presente en cantidades hasta 50-100 veces superiores a las naranjas y limones, por lo que puede ayudar a reforzar las defensas naturales del organismo. La acción vitaminizante está ligada a la acción antioxidante de los bioflavonoides contenidos en la pulpa y la cáscara, que actúan en sinergia con la Vitamina C. Optimiza la circulación sanguínea.

Gracias a la presencia nutritiva de vitaminas C y E y antioxidantes, estimula la renovación celular, tiene un intenso efecto antiedad, reduce la pigmentación desigual de la epidermis, mejora la textura de los tejidos e hidrata en profundidad, protegiendo la piel de la aparición de los temidos signos del envejecimiento. Su eficacia antiedad puede utilizarse para reparar el cabello dañado por el sol, el mar y los tratamientos agresivos como permanentes, tintes, planchas. El extracto de rosa mosqueta es conocido por su capacidad hidratante y emoliente que ayuda a hidratar el cabello y la piel, combatiendo cualquier forma de sequedad o deshidratación.