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¿Cómo reconocer su tipo de piel?

Piel normal

La piel normal se considera el tipo de piel ideal: tez clara y sonrosada, tersa y suave al tacto. La piel normal tiene un buen nivel de hidratación, una buena microcirculación cutánea y está radiante y libre de imperfecciones.

Piel seca

La piel seca es un tipo de piel que no es capaz de retener el agua necesaria en su interior y, por lo tanto, aparece seca y deshidratada. Este tipo de piel suele ser sensible y puede aparecer inflamada y descamada a bajas temperaturas.

Piel grasa

La piel grasa se caracteriza por un exceso de sebo, una grasa que normalmente produce la piel para protegerse de los agentes externos. Cuando la producción de sebo es excesiva, puede depositarse en el interior de los poros junto con toxinas e impurezas: en estos casos, la piel aparece brillante, con poros dilatados, puntos negros y espinillas.

Pieles mixtas

La piel mixta es una de las pieles más difíciles de tratar: aparece como piel grasa en la frente, nariz y barbilla y seca en otras zonas del rostro. Por tanto, tenemos zonas con exceso de sebo, acné e imperfecciones, y zonas en las que la piel se seca y necesita hidratación continua.

Piel sensible o sensibilizada

Este tipo de piel es más frágil, propensa a rojeces, irritaciones y, a veces, picores. Hay que distinguir entre piel sensible y piel sensibilizada. En el primer caso se trata de una piel que pica, tira y se enrojece cada vez que entra en contacto con estímulos externos. Es alérgica y se descama. En el segundo caso, en cambio, la piel presenta verdaderas intolerancias a los productos cosméticos que provocan eccemas o urticaria.

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